lunes, 28 de noviembre de 2016

Consecuencias económicas de la abolición de la tauromaquia en España

En España, en estos momentos, la confrontación es casi exportable a todos los temas políticos, y por ello la tauromaquia no iba a ser menos. La población española se divide entre los que la apoyan y los que pretenden su abolición. 

La tauromaquia consiste en el arte o la técnica de torear o lidiar un toro, entrando dentro de esta definición las corridas, los encierros y otros muchos festejos como el toro de cuerda o embolado. Pero el centro de la atención se pone en las corridas de toros, de mayor polémica ética al ser pública la muerte del animal. Es contra las corridas además contra las que se desarrolla una lucha más enérgica por parte de los antitaurinos, con mayor fuerza aún tras lograr su prohibición en Cataluña en 2010. También  hay que destacar que esta es una actividad muy añeja y en muchos casos arraigadísima en la población, siendo considera de ''tradición'' e incluso de ''fiesta nacional''.

Dejando de lado argumentos éticos y ecologistas expuestos en este debate entre aficionados y detractores de la fiesta, centremos la vista en la economía. Con los datos oficiales recabados durante el año 2013, el profesor de la Universidad de Extremadura Juan Medina realizó un informe económico sobre la repercusión económica de la tauromaquia.

Según dichos datos, la tauromaquia tiene un impacto anual de 1.600 millones de euros, 0,16 del PIB. La Fiesta recaudo más de 208 millones directos, siendo el doble el volumen de negocio. Contando con el efecto multiplicador de 2,8 por cada euro ingresado de forma directa. El Estado español recibe en forma de IVA 43 millones de euros, tres veces más que el cine, siendo la manifestación cultural que más ingresos fiscales genera. Ademas, al año, genera unos 200.000 puestos de trabajo, de ellos, 57.000 de forma directa: siendo un 1’16 de la ocupación laboral de la población española. 

A todo esto, la tauromaquia recibe ayudas de los presupuestos de las distintas administraciones. Del Ministerio de Cultura obtiene 300.000€, el 0,01% de lo destinado al presupuesto cultural y 1.835 veces menos que la industria cinematográfica. De las autonomía, son sólo Andalucía, Valencia, Aragón y Madrid las que destinan algo a toros y en el caso de las Diputaciones son 11 de 41 las que lo hacen, con un presupuesto del 2,8% de lo destinado a Cultura.

Aunque de media una semana de festejos taurinos genera en una cuidad 5,8 millones de euros. Sobresalen sobre el resto algunas, como la de San Isidro que genera 61’8 millones de euros; San Fermín, 26’2 millones; y la Feria de Abril, 17’9 millones.

En general, por lo observado en los datos, se puede atestiguar que las consecuencias de la prohibición de estas actividades en el conjunto del territorio español no ayudarían a la mejora económica, sino todo lo contrario, incluyendo una hipotética indemnización como la que la Generalitat esquivo por su abolición. Otro informe económico sobre el tema se puede encontrar aquí.

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